Pancreatitis aguda
La guía revisa aspectos relacionados con el diagnóstico, tratamiento y prevención de la pancreatitis aguda, una enfermedad potencialmente grave y que puede producir largas estancias dentro del hospital.
El páncreas es un órgano que se encarga de producir un líquido rico en enzimas y bicarbonato, el jugo pancreático, que se mezcla en el intestino con la comida que consumimos para facilitar su digestión. Además produce la insulina, una hormona que regula la concentración de glucosa en sangre. La pancreatitis aguda (PA) es una enfermedad frecuente que consiste en la inflamación aguda del páncreas. La causa más frecuente de la PA es la presencia de piedras en la vesí- cula biliar, seguida por el consumo excesivo de alcohol, habiendo muchas otras causas más raras. Los síntomas de inicio son la aparición de dolor intenso en la parte alta del abdomen, generalmente irradiado a flancos y espalda, y vómitos. El tratamiento general consiste en ayuno hasta la mejoría del dolor, analgésicos y vigilar la aparición de complicaciones. La mayor parte de los pacientes no desarrolla complicaciones y la enfermedad mejora rápidamente (PA leve). Hay dos tipos fundamentales de complicaciones en esta enfermedad: las locales y las sistémicas. Las complicaciones locales son bol- sas (llamadas en medicina “colecciones”) en el abdomen. Estas colecciones pueden contener líquido y/o restos sólidos (zonas de páncreas y/o de la grasa de alrededor del páncreas que quedan sin vida por la inflamación). En ocasiones, si las colecciones se infectan o dan molestias que no mejoran con el tiempo, se debe drenar esas colecciones, colocando un tubo o drenaje entre la colección y el exterior (drenaje percutáneo), o bien entre la colección y el estómago (drenaje endoscópico). A veces no es suficiente y hay que extraer esos restos sólidos por cirugía o endoscopia (necrosectomía quirúrgica o endoscópica, respectivamente). Las complicaciones sistémicas son el fallo de órganos como el circulatorio (bajada de la tensión arterial: hipotensión), pulmones (fallo en oxigenar la sangre) y los riñones (disminución de la pro- ducción de orina y reducción de la capacidad de eliminar las toxinas de nuestro cuerpo por la orina). En caso de persistir más de 48 horas este fallo de órganos vitales, el paciente está en peligro vital, afortunadamente ello sólo sucede en un 5% de los pacientes. En los casos de PA por piedras, tras la mejoría, se debe extirpar la vesícula biliar por cirugía. En PA por alcohol se debe abandonar su consumo.